IMPORTANCIA HISTÓRICA DE LAS ESTATUAS-FUENTE DE LOS CANTOS
Las estatuas de mármol, también conocidas como Niños de Los Cantos, forman parte sin duda de un importante periodo del pasado histórico de Bullas y el Museo del Vino un ideal escenario de exposición, que atesora fielmente la historia y cultura bullense por excelencia. Desde que fue creado en 2003, y tras su incorporación al Sistema Regional de Museos, sus fondos no han parado de crecer y a la importante colección vitivinícola se añade la extraordinaria colección etnológica local (expuesta en la filial Casa-Museo de Don Pepe), más el repertorio artístico y arqueológico. Precisamente éste último ha ido progresando en los últimos años con las campañas de excavación en la Villa romana de Los Cantos, colección notablemente enriquecida con el depósito y exhibición de estas tres estatuas de mármol que, en su día, sirvieron como surtidores de agua y decoraron los jardines de esta villa romana.
Con motivo de la recuperación de las mencionadas estatuillas en 2017, el Museo del Vino acogía, unas pocas semanas después de su recepción, la celebración de un Ciclo de Conferencias titulado "Patrimonio y Arqueología de Bullas". En él se dieron cita diversos investigadores, procedentes de diferentes universidades españolas, para divulgar el interés histórico-artístico de las esculturas romanas procedentes de la villa romana de Los Cantos, así como también para dar a conocer el contexto geográfico e histórico en el que fueron concebidas estas obras.
El redescubrimiento de estas esculturas viene a sumarse al del propio enclave en el que fueron halladas. Como decimos, desde hace unos pocos años, se vienen realizando trabajos arqueológicos en la villa romana de Los Cantos, adscrita a este Museo, y bajo la coordinación del Servicio de Patrimonio Histórico. Los hallazgos poco a poco van aportando luz al horizonte cultural de la civilización romana en este hábitat rural, lo que se traduce en una extraordinaria y valiosísima información sobre las formas de vida de nuestros antepasados y que aspiramos a convertir en un referente turístico y cultural de nuestro de municipio y Región.
Estas esculturas están profundamente arraigadas y vinculadas a Bullas, y no sólo por documentarse el lugar exacto del hallazgo, sino también por la enorme relación con el mundo rural. La villa romana de Los Cantos era mucho más que una simple residencia aristocrática, en ella se combinaban las funciones residenciales con las productivas. Además de la pars urbana (con sus termas y los jardines que acogían a estas esculturas) la villa era el centro de una gran explotación agropecuaria, con instalaciones para almacenar el grano y otros productos agrícolas, o la existencia de hornos, molinos, establos, producción textil, etc.
Los últimos hallazgos realizados en Los Cantos refuerzan la hipótesis de que el momento de mayor esplendor y actividad de la Villa se produjo fundamentalmente en los siglos I y II d.C.; algo que concuerda con la cronología que precisamente el profesor Noguera de la Universidad de Murcia ha otorgado a las estatuas aquí presentadas.
Las últimas campañas de excavaciones han resultado muy provechosas pues han permitido detectar indicios relacionados con el uso del agua así como revelar el lugar exacto donde, en su día, el clérigo Molina Núñez descubrió las esculturas y las presentaba a los medios y a la Comisión Nacional de Monumentos. El croquis que hizo de sus hallazgos, y que adjuntó en una carta enviada a Fidel Fita de la Real Academia de la Historia (17 de diciembre de 1909), es el que ha permitido ahora redescubrir el sector en el que, además, de los cuatro Niños se hallaron restos de cañerías de plomo y otros elementos de interés.
También en las últimas campañas se ha producido otro hallazgo relevante. Se trata de lo que parece ser uno de los plintos que servían de base o pedestal a una de las cuatro imágenes del grupo escultórico; en base a su morfología y medidas parece corresponder a la del Niño de la Uvas, la única que aún permanece en paradero desconocido.
En cuanto al análisis tipológico e iconográfico podemos deducir que las esculturas expuestas en el Museo de Bullas tienen un marcado carácter decorativo, es decir, no están necesariamente vinculadas a temas mitológicos o inspiran un discurso religioso o funerario. Esculpidas en mármol blanco, las estatuillas muestran una ejecución de gran calidad; son esculturas de bulto redondo cuyo dorso está perfectamente trabajado, lo cual infiere que fueron concebidas para su observación desde cualquier ángulo.
Las tres esculturas conservadas y expuestas en el Museo de Bullas exhiben un ave en su mano izquierda, una de ellas una paloma y las otras dos una oca, a modo de mascotas en sus juegos cotidianos. Apoyadas sobre la pierna izquierda y en actitud de iniciar la marcha, son obras que transmiten movimiento y regocijo; rompen cualquier tipo de rigidez o hieratismo.
Estas tres estatuas, a las que se une la conocida como "Niño de las Uvas" e interpretable como un Kairos otoñal, fueron encontradas en buen estado de conservación junto a las citadas conducciones de plomo para la conducción de agua. La calidad de estas esculturillas, labradas en mármol blanco, pone de manifiesto el gusto refinado de las familias acomodadas de la zona durante el siglo II d.C.
Dada su interpretación como estatuas-fuente, el programa ornamental de la villa muestra una evidente vinculación con el agua, con los Niños portadores de aves acuáticas y un Kairos relacionado con la fertilidad agrícola. Éste último, igualmente con la función de surtidor de agua, es verosímil su relación con una de las actividades principales del enclave: la viticultura y la producción de vino.
En conclusión, podemos afirmar que estamos claramente ante un conjunto escultórico único, en función de las connotaciones anteriormente expuestas en este informe (artísticas y de funcionalidad, así como en lo referente a las condiciones del hallazgo en un mismo contexto histórico y geográfico), lo que justifica sobradamente la conformación de un grupo o conjunto escultórico indivisible al que recientemente se une la declaración de BIC por parte de la Dirección General de Patrimonio.
Salvador Martínez Sánchez
DIRECTOR MUSEO DEL VINO DE BULLAS
ILMO. AYUNTAMIENTO DE BULLAS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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